invierno olor a pescado.

Empecé a notar que ya era invierno hace algunos días, y es que es inevitable no ver el cielo gris color panza de burro que tiene Lima. Con un olor a pescado increíble el cual me ha levantado estos últimos días en la mañana, con la inmensa humedad que llena esta ciudad, esa humedad que traspasa mi ventana. No se si sea el invierno el que hace que las personas se pongan mas nostálgicas en las tardes grises (incluyéndome) o es de por si mi animo.

Sin saber exactamente a donde me dirijo he comenzado a escribir. Acabo de pensar en el y en su aire distraído y apurado que lleva siempre, me he puesto a pensar en su inmensa seriedad y aire de “adulto” junto con mi inagotable niñez y ganas de jugar en todo momento. Me he puesto a pensar en su intolerancia a mis pequeñas bromas y mi risa al verlo tan serio. El es así, tan predecible para mi.

Acabo de acordarme de la neblina de hoy y realmente el invierno aqui en Lima me deprime. No se podia ver absolutamente nada con claridad esta mañana y hasta se habian cancelado todos los vuelos. Todo se ha juntado extrañamente:

Por un lado tenemos a la gripe del CHANCHO

Por otro el horrible invierno limeño

y finalmente mis incontenibles ganas de desaparecer ese olor a pescado en las mañanas al llegar al colegio queda en el medio de esta situacion.

Desde el tercer piso de este edificio ya no se alcanza a ver el sunset que viene desde La Punta. Ya esta aqui ese tan amargo invierno limeño al que detesto por un lado, pero al que amo por otro.

Me fascina ese airesito que va en direccion opuesta a mi al caminar y hace que mi nariz quede totalmente helada. Hace que sienta tanto frio y encuentre un poqito de calor en el, a pesar de sus manos siempre heladas.